Fascinación por la vida

Divagaciones mentales de Alberto Gimeno

La rebelión de las masas

José Ortega y Gasset

José Ortega y Gasset

La rebelión de las masas es el más conocido libro de José Ortega y Gasset.

[..] vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz para realizar, pero no sabe qué realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo. Se siente perdido en su propia abundancia. Con más medios, más saber, más técnicas que nunca, resulta que el mundo actual va como el más desdichado que haya habido: puramente a la deriva.
El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes.
Estas masas mimadas son lo bastante poco inteligentes para creer que esa organización material y social, puesta a su disposición como el aire, es de su mismo origen, ya que tampoco falla, al parecer, y es casi tan perfecta como la natural. […] Así se explica y define el absurdo estado de ánimo que esas masas revelan: no les preocupa más que su bienestar, y al mismo tiempo son insolidarias de las causas de ese bienestar. Como no ven en las ventajas de la civilización un invento y construcción prodigiosos, que sólo con grandes esfuerzos y cautelas se pueden sostener, creen que su papel se reduce a exigirlas perentoriamente, cual si fuesen derechos nativos.
El hombre hoy dominante es un primitivo, un Naturmensch emergiendo en medio de un mundo civilizado. Lo civilizado es el mundo, pero su habitante no lo es: ni siquiera ve en él la civilización, sino que usa de ella como si fuese naturaleza. El nuevo hombre desea el automóvil y goza de él: pero cree que es fruta espontánea de un árbol edénico.
democracia liberal y técnica
El hombre masa sufre de «un hermetismo intelectual», «[…] se encuentra con un repertorio de ideas dentro de sí. Decide contentarse con ellas y considerarse intelectualmente completo. Al no echar de menos nada fuera de sí, se instala definitivamente en aquel repertorio.»
«El señorito satisfecho» tiene «una impresión nativa y radical de que la vida es fácil» que «le invita a afirmarse a sí mismo tal cual es, dar por bueno y completo su haber moral e intelectual. Ese contentamiento le lleva a no poner en tela de juicio sus opiniones, a no contar con los demás». Lo que «le incita a ejercer predominio» y a «actuar imponiendo su vulgar opinión sin miramientos, contemplaciones, trámites ni reservas»
El hombre-masa no es el obrero, no es una clase social
primitivismo y barbarie
Le trae sin cuidado que sus «ideas» no sean verdaderas; las emplea como trincheras para defenderse de su vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad.
El extraño misterio de la condición humana consiste en que una situación tan negativa y de derrota como es haber cometido un error se convierte mágicamente en una nueva victoria para el hombre, sin más que haberlo reconocido.

Se trata de un libro escrito hace 70 años, pero que cada vez está más de actualidad. El autor ha dividido el libro en dos partes. En la primera ofrece su punto de vista sobre un problema acuciante de la sociedad actual. Según Ortega y Gasset vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz para realizar, pero no sabe qué realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo. Se siente perdido en su propia abundancia. Con más medios, más saber, más técnicas que nunca, resulta que el mundo actual va como el más desdichado que haya habido: puramente a la deriva.

Y esto es debido en parte por el hombre-masa. El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes.

Según el autor siempre ha habido hombres-masa, pero en el último siglo el crecimiento de la población y la alta densidad de las ciudades ha creado grandes masas de hombres-masa. Y lo problemático es que el hombre-masa piensa que la civilización es como la manzana que crece del árbol y que sólo tiene que recoger para su disfrute. Estas masas mimadas son lo bastante poco inteligentes para creer que esa organización material y social, puesta a su disposición como el aire, es de su mismo origen, ya que tampoco falla, al parecer, y es casi tan perfecta como la natural. […] Así se explica y define el absurdo estado de ánimo que esas masas revelan: no les preocupa más que su bienestar, y al mismo tiempo son insolidarias de las causas de ese bienestar. Como no ven en las ventajas de la civilización un invento y construcción prodigiosos, que sólo con grandes esfuerzos y cautelas se pueden sostener, creen que su papel se reduce a exigirlas perentoriamente, cual si fuesen derechos nativos. […] El hombre hoy dominante es un primitivo, un Naturmensch emergiendo en medio de un mundo civilizado. Lo civilizado es el mundo, pero su habitante no lo es: ni siquiera ve en él la civilización, sino que usa de ella como si fuese naturaleza. El nuevo hombre desea el automóvil y goza de él: pero cree que es fruta espontánea de un árbol edénico.

El hombre masa sufre de un hermetismo intelectual: se encuentra con un repertorio de ideas dentro de sí. Decide contentarse con ellas y considerarse intelectualmente completo. Al no echar de menos nada fuera de sí, se instala definitivamente en aquel repertorio.

El señorito satisfecho tiene una impresión nativa y radical de que la vida es fácil que le invita a afirmarse a sí mismo tal cual es, dar por bueno y completo su haber moral e intelectual. Ese contentamiento le lleva a no poner en tela de juicio sus opiniones, a no contar con los demás. Lo que le incita a ejercer predominio y a actuar imponiendo su vulgar opinión sin miramientos, contemplaciones, trámites ni reservas. […] Le trae sin cuidado que sus «ideas» no sean verdaderas; las emplea como trincheras para defenderse de su vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad.

Ortega y Gasset afirma que no se debe confundir al hombre-masa con el obrero. El hombre-masa no es una clase social. Hombre-masa es todo aquel que cumple lo anteriormente expuesto. Un científico puede ser un hombre-masa si piensa que sus conocimientos en un área le hacen tener capacidad para opinar en otras áreas (política, filosofía, etc.) y si se encierra en esas opiniones dentro de un hermetismo intelectual. De hecho el autor afirma que no ha habido en la historia tantos científicos, pero sin embargo hay muchos menos hombres cultos que en el año 1700.

Todo esto en cuanto a la primera parte del libro. La segunda parte del libro titulada ¿Quién manda en el mundo? habla sobre la supuesta decadencia de Europa y occidente. Afirma que esta decadencia no es tal, sino que es una desilusión causada porque al inglés Inglaterra se le ha quedado pequeña, y al francés Francia, y al alemán Alemania. Es por ello que defiendela necesidad de crear unos Estados Unidos de Europa. Pero hay que recordar que el libro está escrito hace 70 años. Que por aquel entonces quedaba muy lejos la Unión Europea, y es más, ni siquiera había comenzado la II Guerra Mundial. También premoniza la caída del fascismo y la del bolcheviquismo, y la colisión de occidente con «el gran magma islámico». Es por ello que anteriormente decía que a pesar de que el libro fue escrito hace 70 años cada vez está más de actualidad.

Creo que es el libro más interesante que he leído nunca. Sin duda absolutamente recomendable.

Written by gimenete

miércoles, agosto 26, 2009 a 11:41 am

5 respuestas

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  1. Mmmm, muy interesante y más apropiado que nunca para la situación social actual. Me lo apunto a mi ‘wishlist’ de libros!

    Leticia

    viernes, agosto 28, 2009 at 12:02 pm

  2. […] Por el contrario, los zombies recuerdan aquel libro de José Ortega y Gasset titulado La rebelión de las masas. Aunque publicado en 1929, todavía es vigente: “Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo- […]

    • las ideas de Ortega en este libro, junto con la obra de Adorno; me da ha entender que es fácil controlar y manipular a las masas con la opinión pública de los medios comunicación, y que el sujeto histórico desde una perspectiva materialista, puede verse condicionado a prioi y ejecutar a posteriori la ideología y la religión.

      jose

      domingo, noviembre 11, 2012 at 12:40 pm

  3. el hombre masa es y ha sido siempre la pìedra en el zapato del desarrollo de una sociedad

    gonzalo

    sábado, noviembre 24, 2012 at 4:40 am

  4. Reblogged this on aquientrenos and commented:
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    hergit11

    sábado, May 4, 2013 at 1:36 am


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